La educación juega un papel fundamental en la Seguridad Vial.
Los padres son los que deben en primer lugar educar a los hijos mediante consejos prudentes y ejemplos para hacer frente a los avatares de la circulación y dominar sus impulsos naturales, fuentes de muchos males. El ejemplo juega un papel importante puesto que los padres con un historial de infracciones de Tráfico suelen tener hijos accidentados e infractores.
En el colegio también se deben transmitir comportamientos y actitudes que ayuden a evitar riesgos innecesarios y no sufrir accidentes. Por su parte los medios de comunicación también tienen influencia en a la transmisión de actitudes.
Sin embargo las autoescuelas no pueden llevar a cabo el papel sensibilizador que les gustaría. Con el sistema actual de exámenes de la DGT no es necesario que quienes quieren obtener el carné de conducir acudan a las clases teóricas de las autoescuelas, se pueden hace los test en casa sin necesidad de acudir a la autoescuela. Por lo que resulta imposible modificar actitudes si la enseñanza se basa en la memorización, el resultado de este método es el desconocimiento de los conductores de la normativa.
Los jóvenes varones son los que menos acuden a las clases teóricas y hay que tomar medidas preventivas porque este sector:
Sabemos que los jóvenes, no ven peligro en la conducción.
Que sobrevaloran su habilidad como conductores.
Que sobrevaloran el control que tienen sobre su propio vehículo.
Que la inexperiencia hace que no hayan vivido el peligro que entraña la conducción.
Que son especialmente sensibles a los mensajes publicitarios, especialmente hacia aquellos que incitan claramente al riesgo.
Son propensos a la competitividad, por lo que pueden abusar de la velocidad excesiva.
domingo, 22 de marzo de 2009
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